Saludos cordiales. Parto este texto comentándoles que ya salió el número 9 de la revista NosoloFreak Latinoamérica, una interesante iniciativa digital que trata de recoger distintas actividades, novedades y eventos de los múltiples hobbies que cualquier ñoño que se precie de tal puede tener (Videojuegos, películas, anime, manga, rol, juegos de tablero, etc.). Además, les cuento que en este número se incluyó una reseña bastante completa sobre el juego de rol No Te Duermas, creado por el talentoso Fred Hicks y producido originalmente a través de la editorial Evil Hat, del cual nos llega la traducción al español gracias a los muchachos de ConBarba. La reseña es de autoría de su servidor... les dejo acá el link para que puedan acceder a la revista.
Además, por sugerencia de los colegas roleros, subiré dicha reseña, pero por partes, a fin de que no sea una lata leer un texto tan grande. La reseña está adaptada y no aborda en profundidad la creación de personajes, ya que este punto lo revisé en otro post de este mismo, su blog amigo. Partiremos hoy entonces revisando sólo el extracto relativo a la ambientación del juego:
"Hablemos en primer lugar de la ambientación.
El juego transcurre en la denominada Ciudad
de la Locura, un lugar siniestro y delirante, con extrañas leyes tanto
físicas como psicológicas, que tiene como contraparte a la Ciudad Durmiente (nuestra realidad de siempre). Ya les mencioné Kult
como una referencia, pero podemos también señalar algunas películas que les
darán ideas: The Crow; Dark City, Blade Runner (sacándole
el tono Ci-Fi) incluso Hellboy: The Golden Army, con su
escena de mercado troll y el cómo los protagonistas logran finalmente entrar en
él, les pueden dar una impresión del sutil y oscuro ambiente en que se mueve
toda la acción. También podemos mencionar algunos juegos de rol como Dead
Inside, de Chad Underkoffler,
o Sorcerer, de Ron Edwards. Algo que si lo
diferencia de otros juegos es que dicha ambientación es en un formato sandbox,
sencilla pero a su vez totalmente abierta a la expansión fácilmente. Cada lugar
de la ciudad puede ser explorado y ampliado con sólo ir agregando cosas cada
vez que los personajes vuelvan a entrar.
Los orígenes de la Ciudad de la Locura son desconocidos y nada se dice en
el manual al respecto, pero se la describe como un espacio adicional, una
especie de dimensión paralela y de alguna manera unida, pero separada de
nuestra realidad. Es el lugar donde los calcetines desaparecidos y los juguetes
rotos van a vivir una nueva vida, donde vuelan los recuerdos olvidados y donde
se encuentra ahora la perdida decimotercera hora del reloj. En su cielo brillan
aquellas constelaciones que cayeron en el olvido cuando sus dioses murieron,
mientras los pasajeros de los aviones perdidos esperan inútilmente llegar a su
destino, sentados en los tejados de la ciudad...
Además, a lo largo de la historia, la Ciudad de la Locura ha ido
abarrotándose cada vez más, perdiéndose poco a poco el límite entre ella y
nuestra realidad... fácilmente puede filtrarse a través de los recovecos
olvidados de la Ciudad Durmiente: “Está
en contacto con cada parte de la urbe durmiente, ya sea en la sombra bajo la
cama de un niño, en el fondo de un polvoriento armario de herramientas o en ese
callejón que sólo existe durante unos cuantos minutos después de la medianoche…
En ella encontrarás gentes con cualquier
tipo de forma de vestir, llevando aparatos y conduciendo vehículos de cualquier
época englobada dentro del último siglo y medio, sin importar dónde vayas. El
anacronismo es la única moda dominante y a veces la gente que la habita no
parece haberse percatado de que ha pasado un siglo desde que abrieron su
establecimiento”.
Esto me lleva a una primera conclusión, que creo es relevante señalar: la Ciudad
de la Locura es un ente vivo, es otro
personaje del juego que interactúa de manera activa con los jugadores. Incluso
los personajes no jugadores se mueven como piezas de un mismo organismo,
distintas manifestaciones o facetas de la Ciudad. Cuando los personajes hacen
algo, no sólo sus antagonistas responden, sino que la Ciudad misma reacciona a
las energías, emociones y conductas de los personajes. Creo que ese es uno de
los grandes méritos de la ambientación y un gancho potente para aquellos
jugadores que gustan de la interpretación.
Por otra parte, los personajes son
individuos que por distintas razones llevan demasiado tiempo despiertos, de
manera que algo se ha roto en algún lugar de la realidad –o de sus propias
mentes- llevándolos a la Ciudad de la Locura a través de los portales y formas
más diversas, y ahora se ven perseguidos por las Pesadillas y otros
habitantes del lugar… ¿recuerdan a Alicia en el País de las Maravillas y el Jabberwocky?
¿O la entrada a la Sala Multipropósito de Howgarts? ¿El ropero que te permitía
entrar a Narnia?
Creo que se entiende la idea.
Pues bien, cuando los personajes atraviesan ese límite se convierten en Despertados,
entrando a la Ciudad de la Locura, pero ganan también ciertas habilidades o talentos únicos, los cuales surgen precisamente
de su nueva condición no sujeta a las reglas de la realidad ordinaria.
Para la creación de personajes debes responder 5 preguntas y asignar unos
cuantos puntos, pero en general es bastante simple de hacer. Cada una de ellas profundiza
en aspectos específicos del personaje y te permiten hacerlo tan simple como un
perfil básico o tan profundo como desees, dando cuenta de elementos de su
pasado, sus motivaciones, su camino y los hechos que le han ocurrido
recientemente convirtiéndolo en un Despertado. Obviamente, las respuestas deben
estar relacionadas entre sí, generando sinergia y comprensión sobre el
personaje. La gracia es que el narrador no tiene ni pio qué decir acá, es el
jugador quien crea la historia y el trasfondo, y el deber de quien dirige es
tomar los distintos argumentos e hilarlos en relación con la Ciudad de la
Locura.
El juego deja en todo momento clara la ley del intercambio equivalente. Más
poder claramente implica más riesgo para tu personaje, y es probable que por
desgaste, rápidamente éste se vea sobrepasado, así que cuidado…
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